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Lluís Fuster
Este artista es un artista
Escrito por PET, 2012
Ahora estaba a punto de contaros un cotillero, que lo era y lo he tachado, no era más que una anécdota para introducir un personaje que está a nuestro alrededor, un tipo muy sencillo, muy cotidiano y muy singular, ingenioso e imaginativo.
Lluís no cuadra la definición de pícaro pero algo de eso tiene, cuando no, un toque de pimienta y sal mallorquina que hermosea su personalidad. Este tipo que nos ocupa y ocupa la portada es Fuster.
Él en su línea, de maneras sencillas con una personalidad generosa, su obra tal cual, con la sencillez de una línea pinta un discurso generosamente contundente.
Ahora, su realidad la sintetiza en dos colores, blanco y negro, lejos de extremismos reconocibles, su obra, plantea un interesante dialogo entre el fondo y la forma, entre lo aparente inmediato y lo sugerido, toda una profundidad grande e imponente por descubrir e interpretar.
Su dibujo pintado, muchas veces con desarrollo narrativo, típico del cómic, es una forma de pintar la ironía. Con un solo trazo dispone y propone humor reflexivo rematadamente popular, rematadamente vivo.
La ginebra sin limón y el arte con muchos grados. Es un adicto, un yonqui del arte, se ha metido de todo (en cuanto a arte me refiero), lo crea y lo consume, está en el meollo, lo experimenta todo, pintura, escultura, fotografía, performance, dibujo, -seguro que me dejo algo-.
Me queda claro que su obra propone nuevos relatos que sugieren que es posible, oportuno y necesario escrutar críticamente lo que sucede, especialmente todo aquello que sucede con la espantosa frialdad del blanco en nuestro día a día.
Por mínima que sea la forma de su obra, frente a ella, tenemos que tomar una postura, Lluís Fuster ha parado muchas veces el reloj en forma de pintura para acabar constatándonos que, como el tiempo, el arte tampoco se para.